Contracturas musculares y sus tipos.

2 de septiembre de 2018

Una contractura muscular es una lesión más o menos leve que limitan el rendimiento físico o nuestra actividad diaria. Las principales lesiones se las lleva la espalda, le siguen cuello y piernas.

Como definimos una contractura muscular?

Una contractura muscular es una contracción del músculo. Se origina cuando el músculo o las fibras que lo componen, permanecen contraído en el tiempo, o dicho de otra forma, el músculo no vuelve a su posición habitual.

contractura muscular

Cómo se puede originar una contractura muscular?

Se puede originar de tres maneras, la primera, mientras hacemos ejercicio. El músculo no estaba lo suficiente caliente o hacemos un movimiento demasiado explosivo, golpe o traumatismo.

La segunda puede originarse por una mala posición adoptada en el tiempo, por poner un ejemplo, no sentarse correctamente. La persona que está todo el día en la oficina sentada en su silla y está encorvada en el ordenador.

Y la tercera, se trata del estrés. Si una persona está estresada, está tensionada, a la larga genera un estrés sobre los músculos, lo que puede terminar en una lesión muscular

Para evitarlo habrá que hacer estiramientos o masajes.

Cómo evitar una contractura muscular?

Prevenir al cien por cien contracturas musculares es imposible, aunque estemos muy bien físicamente, pero sí podemos regirnos por las siguientes pautas:

Efectuar ejercicio de calentamiento, en cualquier práctica deportiva el calentamiento es fundamental para prevenir contracturas musculares. Ya que así el músculo se va poniendo en marcha progresiva para el esfuerzo físico, hay que evitar movimientos explosivos en frio.

La higiene postural, adquirir posturas viciadas con el tiempo nos llevaran a sufrir una contractura. Podemos poner como ejemplos: estar mal sentados delante del ordenador, cargar peso de un solo lado del cuerpo. Ir encorvados durante el día cuando caminamos, llevar excesivo peso en la mochila a la espalda, etc.  Evitar estas situaciones son básicas para tener una salud postural correcta.

Reducir el sedentarismo, mantenerse activo físicamente, así como llevar una vida lo menos sedentaria posible ayuda a que nuestra musculatura esté en forma. Además de realizar una actividad física adecuada al menos entre 3 y 5 días a la semana. Realizar ejercicios de forma controlada y progresiva. Y como hemos dicho antes, haciendo el correspondiente calentamiento, de esta forma evitaremos caer lesionados.

Clases de contracturas musculares:

Las contracturas cervicales son las más comunes, sobre todo para las personas que están delante de un ordenador. Ya que pasan largas jornadas de trabajo sentados y no tienen una higiene postural correcta.  Otra contractura cervical muy frecuente, es por dormir en una posición forzada o incluso por una almohada que no se adapte a la fisionomía.

Las más graves son las que se producen por accidentes de tráfico, ya que son originadas por movimientos o golpes muy bruscos.

Las contracturas de espalda, es la zona muscular que peor se trata, con posturas incorrectas de forma continuada. Con poco descanso, estrés y falta de tono muscular, hará al final que la espalda se queje, lo que nos llevará a una contractura, notaremos en la espalda una sensación de rigidez.

Las contracturas de piernas son propias de personas que se inician en el deporte y que hacen una intensidad superior a la que deberían hacer. También las mujeres que usan tacones cada día, pueden aparecer contracturas en las piernas y en la zona de la espalda baja.

Cómo tratamos una contractura muscular?

Lo primero y más importante que tenemos que hacer si notamos que tenemos una contractura muscular, es parar inmediatamente la actividad que estábamos realizando.  Ya que si continuamos, favoreceremos que el músculo se rompa definitivamente.

El descanso será un factor determinante para su curación, estiramientos y calor en la parte afectada ayuda en la recuperación de la lesión.  En casos más graves o dolorosos, será necesario de analgésicos o anti inflamatorios. Siempre acudiendo a nuestro médico, quien será él el que ponga la pauta de estos medicamentos. Así como acudir también a un fisioterapeuta es otra medida necesaria.

Conclusiones

Llegamos a la conclusión de la importancia de cuidar nuestra columna vertebral, manteniendo una adecuada higiene postural y practicando ejercicio físico regular y supervisado, para tonificar nuestra musculatura y evitar lesiones efectuando un adecuado calentamiento previo. Si tienes dudas de cómo hacerlo, acude a un profesional para que te asesore.

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